Islandia: hielo y fuego.
Por Manuel Santervás
Islandia, es una elevación de la dorsal centroceánica atlántica y como tal ofrece al que la visita unas características únicas. En una isla del tamaño de una comunidad española podemos pasarnos de la placa norteamericana a la europea en unos pocos km y encontramos glaciares, volcanes, geíseres, cascadas, acantilados, ríos, montañas, praderas de colores, cráteres, lagunas con icebergs…
Tiene la peculiaridad que su escasa población se encuentra concentrada en las ciudades de la costa por lo que hay amplias superficies donde la naturaleza se encuentra en su estado original. Su elevada latitud proporciona una luz especial en casi todos los momentos del día y ofrece prolongados amaneceres y atardeceres. Si unimos todos estos factores es un paraíso para los amantes de los espacios abiertos, del senderismo, de la aventura y de la fotografía.