Descubriendo en bici el Norte de México.
Por Gerardo Sánchez-Granjel y Yolanda Moralejo
Berni había oído algo de las zonas por las que queríamos viajar y de alguna manera intuía lo que íbamos a encontrarnos, para mi cualquier posible opción era atractiva y la idea de no saber qué encontraríamos y cuál sería el camino me relajaba, no quería planes. Buscábamos disfrutar de la bici, de nuestra compañía y del contraste de los paisajes de una pequeña parte de este país increíble y hermoso que es México. La aventura vendría sola.
Esta es la historia de un viaje en bici, muy poco o nada preparado, pero de una intensidad alucinante que posiblemente nos marque durante mucho tiempo, sino es para el resto de nuestras vidas. Viajamos en bici, ferry, tren y bus por Baja California Sur, Sinaloa, Chihuhua, Durango, Zacatecas y San Luís de Potosí.
Por la Baja California, rodamos desde Los Cabos hasta la Paz, más de 200km que fueron muy lentos por las características del camino, el viento de cara y porque las calas y playitas a orillas del Mar de Cortés no se podían dejar pasar. Las aguas cristalinas fueron una constante a nuestra derecha, mientras pasábamos pueblitos, ranchos y lujosas residencias de estadounideses que poco a poco se van apropiando del suelo mexicano.
Utilizamos bicis con suspensión y ruedas de 2.0” de anchura, sin ellas, la ruta hubiese sido mucho más dura porque en el camino se alternaba la arena de playa con los cantos y los baches. Acampábamos en playas, y de vez en cuando cenábamos pescado recién pescado por los pescadores de la zona. Si nos tenemos que quedar con un momento de esta ruta posiblemente sea el de desayunar viendo como una ballena gris suelta su chorro de agua a pocos metros de la playa.